Es largo y extenso el camino. Que un jugador salido de las juveniles del club llegue al primer equipo es un trabajo en conjunto. Partiendo desde el fútbol amateur, con el camino infantil ya recorrido, el jugador al ponerse la remera de entrenamiento ya tiene programado por los técnicos el trabajo del día. Hermes Desio y Agustín Alayes, coordinan el área futbolística; Leandro De Rose, es el responsable del área física; y Sebastián Turner, es el director del bachiller de adultos específico para los chicos del semillero del club.
Primero que los chicos
El trabajo arranca a las 7 de la mañana para los entrenadores. Desio abre el juego para los técnicos que opinan y dan su visión sobre lo que se realizará. Los jugadores a las 9 de la mañana ya están listos y son sometidos al trabajo físico o futbolístico, según lo diagramado con anterioridad. Todas las categorías, desde la Reserva hasta la Novena, trabajan de manera uniforme bajo un mismo modelo, el de Estudiantes.
Terminan en el aula
La formación desde este año no sólo incumbe a lo futbolístico, sino también en el ámbito académico. El club le brinda la opción a la familia del jugador en formación de entrenar, almorzar e ir a la escuela en el Country Club de City Bell. Así se integra la formación deportiva y académica del individuo para prepararlo no solamente para ser jugador de fútbol, sino también para tener otras herramientas si el camino no es el esperado por el chico.
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