Ni el tiempo ni la distancia hacen olvidar a Christian Cellay aquella mágica noche del 15 de julio de 2009, cuando alcanzó la gloria de América con Estudiantes. El Samurai, gladiador de viejas batallas coperas con el club, recuerda desde Andorra al campeón y, en un mano a mano con el Sitio Oficial, cuenta en primera persona cómo vivió ese momento "único" para su vida y rememora la anécdota del corcho que le dio Alejandro Sabella.
"LOS RECUERDOS DE ESA NOCHE SON ÚNICOS"
Trepó por la banda derecha del Mineirao casi como un lateral brasilero después del pase magistral de Verón para servirle la pelota a la Gata Fernández y así empezar a escribir la historia de la cuarta Libertadores con el 1-1 que abriría camino a la victoria. El Samurai tiene "recuerdos únicos" de la noche en Brasil para entrar en las páginas doradas de la institución: "Los recuerdos que tengo de esa noche son únicos. La Libertadores fue algo inolvidable que me marcó para toda la vida y va a estar siempre en mi corazón. Yo pude entrar en la historia grande de un club tan importante como Estudiantes y eso me llena de orgullo", aseguró.
UNA COPA "LUCHADA"
Aquel plantel tuvo que sortear muchos obstáculos desde que comenzó la copa en el repechaje. Con un cambio de técnico en medio, la llegada de Sabella, -el gran hacedor de la gesta-, se empezó a formar la esencia del tetracampeón: "Me acuerdo que fue una copa muy difícil, muy luchada. Todos hicimos un sacrificio muy importante en todo momento y así se llegó al objetivo, que era salir campeón. Creo que ese grupo que conformamos se lo merecía por todo lo que propuso y por lo que luchó".
DE AGUIRRE SUÁREZ A CELLAY: EL LEGADO DEL CORCHO
"En el partido contra Defensor Sporting de local me rompo el menisco en el primer tiempo. Después hablando con Sabella me dio la confianza para seguir jugando porque me quería en el equipo y yo así lo quería también, y seguí jugando el resto de la copa con la rodilla rota. En un momento de la charla saca un corcho y habla de Aguirre Suárez, que también había tenido un problema en la rodilla jugando la copa y que para disimular el dolor jugaba masticando uno. Se me acerca a a mi y me dice ‘esto es para vos, ojalá te vaya tan bien como a Aguirre Suárez’. Y la primera vez que lo hice fue en la semifinal con Nacional", contó Cellay acerca de la anécdota del corcho que le dio Pachorra, uno de los tantos recuerdos que quedará para la historia.
"VA A QUEDAR TODA LA VIDA"
Así como lo llevó Aguirre Suárez, Cellay sintió que el corcho lo debía acompañar hasta el final. Y así fue: "Desde ese momento sentí que tenía que llevar el corcho en todo momento conmigo. Una vez que salimos campeones se me acercó Julián Camino y le dije que viniera, y le mostré que lo tenía; no lo podían creer, pero era algo que lo sentí y es una anécdota que va a quedar para toda mi vida".
SABELLA, PARA CELLAY, UNO DE LOS MEJORES
Tal como cada jugador que tuvo a Sabella como DT, Cellay no es la excepción y resalta no sólo la calidad de DT de Pachorra, además de sus cualidades como persona. El Samu no duda en valorarlo como uno de los mejores como estratega y también a nivel humano: "Sabella me dio muchísimo y sin dudas fue uno de los mejores técnicos que tuve a lo largo de mi carrera. Por eso estoy eternamente agradecido. No sólo fue un gran técnico, sino además una excelente persona".