Entre los más de 1300 millones de habitantes que tiene la República Popular China hay una persona que no nació precisamente en el país asiático, sino en la ciudad de La Plata, a miles de kilómetros de distancia, donde desde chico se crió entre las diagonales de la capital bonaerense y mamó el ADN de rojo y blanco. Ariel Zaritzky es diplomático argentino en Beijing, donde no sólo representa al país, sino también al Pincha. Fanático de Estudiantes, el joven de 35 años que hoy reside en el Estado más grande de todo el mundo, contó en una entrevista exclusiva con el Sitio Oficial, cómo se hizo hincha del club, cómo lo sigue pese las complicaciones horarias y también la relación que lo une con un gran amigo y reconocido simpatizante como Darian "Rulo" Schijman.
PINCHA DE FAMILIA Y TAMBIÉN POR LAS AMISTADES
Sus estudios primarios y secundarios los pasó entre la Escuela 11 y el Liceo de La Plata. Sin embargo, la formación y la identidad del hincha las forjó entre su familia y también un grupo de amigos que desde chicos empezaron a seguir siempre al equipo, costumbre que para Ariel se convirtió en el "plan ideal" de cada fin de semana: "Yo tenía dos abuelos. Uno del Pincha y otro fanático de Gimnasia. Ambos se tironeaban para que sea de su club. Sin embargo mis amigos eran todos es Estudiantes y ahí empezó a decantar. Uno en especial, Hernán Bilczyk, gran odontólogo platense y además un fanático, me empezó a llevar a la cancha. Después se convirtió en el plan ideal, ir con mis amigos a la cancha o juntarnos a ver los partidos".
EL SENTIMIENTO POR ESTUDIANTES Y UN GRAN AMIGO DEL FÚTBOL: RULO SCHIJMAN
El fútbol y Estudiantes lo unieron con una persona con la que forjó una relación de amistad que al día de hoy, pese a la distancia y las obligaciones propias de cada uno, sigue más vigente que nunca. Ariel Zaritzky es gran amigo de Darian Schijman, conocido por todos como "Rulo", otro ferviente hincha albirrojo, con quien compartió grandes momentos viendo al Pincha de sus amores: "Con mi mejor amigo, Darian, el plan de cancha era el plan perfecto. No faltábamos nunca. Tengo los mejores recuerdos, como el 7-0, el título del 2006, los festejos en 7 y 50; todo fue una fiesta y ahora mi carrera me llevó a vivir en Beijing pero el sentimiento no cambia".
LA ANÉCDOTA EN LA SEMIFINAL DE LA LIBERTADORES DEL 2009
El 1 de julio del 2009, cuando Estudiantes disputó en Uruguay el partido de vuelta que finalmente lo depositó en la final de la Copa Libertadores, que días más tarde lo encontraría como campeón, Ariel fue uno de los "hinchas encubiertos" que logró entrar al Estadio Centenario. Allí, infiltrado, vivió una de las noches más lindas de su vida viendo al Pincha. La pasión hizo que no lograra contener la emoción y festejó como si el equipo fuera local: "Es una gran anécdota con un amigo que se llama Gastón y también con Darian cuando fuimos a la cancha de Nacional de Uruguay por la Libertadores, donde no estaba permitido el público visitante. Ese día no aguanté y no pude evitar el segundo gol. Fue un desahogo y festejé muchísimo".
EL DESAFÍO DE SEGUIR EL DÍA A DÍA DEL CLUB CON 11 HORAS DE DIFERENCIA
Las 11 horas de diferencia que hay entre Argentina y Beijing son un dato no menor para el diplomático quien, pese a las complicaciones, siempre se las ingenia para ver, escuchar o enterarse cómo sale el equipo de sus amores. Internet, sin lugar a dudas, es de gran ayuda para acortar distancias, acotar tiempos y alentar a Estudiantes desde China: "El cambio de horario lo convierte en otra aventura. Busco alguna web que lo transmita, sigo el minuto a minuto, pregunto por Whatsapp o escucho la radio porque son 11 horas de diferencia, pero siempre trato de seguirlo".
EL ADN PINCHA Y LA DIPLOMACIA
Licenciado en Estudios Internacionales, su rol demanda una responsabilidad muy grande y Zaritzky es consciente de ello. Con el mismo orgullo que lleva la bandera de Argentina, Ariel conjuga los valores propios del ADN de Estudiantes con su profesión para dejar en alto al país y transmitir el aprendizaje de la escuela Pincha: "El ADN del club representa muchas cosas. Siento que si me pongo la camiseta tengo a mis amigos conmigo. La diplomacia representa la voluntad de construir puentes entre culturas y el fútbol es un idioma universal. Estando de acuerdo o discutiendo, nos une".