La Plata es el lugar que eligió para estudiar y Estudiantes el club que optó para llevar su pasión por el handball a otro nivel. Matías Meier llegó en el 2016 desde Villa La Angostura, "un pueblo muy chico y muy lindo ubicado en el sur de Neuquén". A lo largo de cuatro años creció como deportista y como persona, tanto que fue designado capitán del equipo que afrontará la temporada 2020 en Primera División. "Recorrí un millón de canchas y me terminé enamorando 100% de este deporte y de esta institución", expresó el lateral.
En el CEF N°7 de su pueblo empezó a forjar un vínculo inquebrantable con el deporte. Los amigos, los viajes, los Nacionales, todo ayudó a que se encuentre en un lugar de absoluta felicidad. En febrero de 2016 desembarcó en La Plata para estudiar Periodismo Deportivo y ese mismo año se presentó en la pretemporada de Estudiantes, donde se encontró con un nivel de entrenamiento y exigencia muy distinto: "al principio me frustraba porque era otro nivel, otro ritmo de juego. Pero tuve la suerte de que el cuerpo técnico me puso fichas y los chicos me ayudaron a crecer y mejorar mi técnica".
Matías tenía a Estudiantes en la cabeza pero siempre mantuvo los pies sobre la tierra: "simplemente era una meta que tenía una vez que estuviera en La Plata, pero me faltaba nivel". Ese mismo año jugó en Primera División y fue parte de una enorme campaña que le permitió al Pincha obtener el ascenso a Liga de Honor. Ahora va por el mismo objetivo.
Confiado en el trabajo del equipo, manifestó que quiere ganar todo con la camiseta de Estudiantes: "hoy los objetivos son otros, no es más entrenar para poder estar en la Primera sino ascender a Liga de Honor, salir campeón, jugar el Súper 7". En la última temporada fue una pieza clave en el plantel que conduce Daniel Zeballos y este año llevará la cinta de capitán. "Estoy muy emocionado y agradecido. Vamos por todo", señaló sobre la designación. Reconoció que fue una sorpresa pero "obviamente lo voy a tomar con el mayor profesionalismo".
ESTUDIANTES Y EL HANDBALL, UNA FAMILIA
"Este club se resume a una familia deportiva y social, donde si tenés un problema va a venir alguien y te va a levantar", expresó. En el handball se refuerzan los valores de la familia pincharrata y el sentido de pertenencia que hace único a Estudiantes. "Yo adquirí el sentido de pertenencia, lo tengo adentro de mi cuerpo.Todos los valores se ven inculcados en la cancha de fútbol, en todos los deportes y ni hablar en el handball. Esto es más que una familia, es todo", expresó sin ocultar el cariño hacia la institución, sus compañeros, entrenadores y padres que forman parte de la disciplina que cumplió 50 años dentro del club.
La actitud, el compromiso y la responsabilidad no se negocian. Así lo expresó el capitán: "a pesar de ser un deporte amateur, nosotros lo tomamos como profesional. No es un hobby, no venimos a entrenar sin ganas. Entrenamos porque tenemos objetivos y queremos lograrlos".
OBJETIVOS 2020
"Realmente somos un grupo de deportistas que hacemos todo de la manera más profesional posible", enfatizó. En relación a la preparación para encarar la competencia oficial, destacó que están realizando una pretemporada muy intensa con trabajos en el Country para adquirir un nivel de juego distinto. El objetivo principal es conseguir el ascenso a la Liga de Honor y como segunda meta aparece la Copa Femebal.
Respecto al crecimiento del equipo en el transcurso del 2019, reconoció que "empezamos con un cuerpo técnico nuevo y de a poco nos fuimos complementando. Terminamos formando un grupo excelente, donde todos los puestos están bien ocupados". Nuevamente, el lateral pincharrata resaltó las expectativas del equipo para el 2020: "estoy seguro que lo que nos propongamos lo vamos a poder llevar a cabo. Confíen porque se viene un año muy importante".
