La alegría por la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores sólo duró hasta finalizada la cena del martes por la noche. La razón es que Gabriel Milito dio vuelta la página junto a sus pupilos e inmediatamente ya se puso a trabajar para lo que viene y por ello es que el miércoles no hubo descanso. Ante un calor agobiante la plantilla trabajó en la Ciudad Deportiva Carlos Perez Perasso del municipio de Guayuquil y luego, tras un breve descanso, emprendió el retorno a nuestro país.
El entrenamiento se desarrolló en un campo de césped artificial bajo una temporatura que se tornó insoportable. A pesar de ello los jugadores mostraron una notable predisposición al trabajo y a cada indicación del entrenador. La actividad se dividió por un lado para los que fueron titulares o actuaron más de 60 minutos frente al Barcelona y por otro, muy diferente para aquellos equipistas que no actuaron o integraron el banco de relevos.
Con el profesor David Filomeno estuvieron los jugadores que fueron titulares en la victoria 2-0 sobre Barcelona. El citado colaborador de Milito diagramó una ejercitación regenerativa alrededor del campo de juego, con muchas ejercitaciones físicas y de elongaciones para el tronco superior como inferior.
En tanto con Milito el resto de los futbolistas llevó adelante tareas de control de balón en espacios reducidos con mucha presión sobre el jugador que era "propietario" de la pelota. Es más es de destacar que este trabajo se desarrolló en círculo central de la cancha por lo que los jugadores contaban con pocos segundos y pocos metros para poder moverse y circular el esférico. El técnico fue un integrante más de esta tarea, y dio muchas indicaciones para los ejecutantes del trabajo.
Luego llegó el momento de las tareas de definición con obstáculos, en donde el entrenador también dio cientas de indicaciones y elogiaba a sus dirigidos en cada acción. La actividad de este miércoles culminó con elongaciones y carcajadas de todos los futbolistas y el cuerpo técnico.
Como quedó dicho el plantel tras la práctica y el almuerzo en el hotel Hilton, descansó y emprendió el retorno en avión a nuestro país. El vuelo le demandará alrededor de ocho horas contando la escala obligatoria que debe efectuar en Lima Perú. Está estipulado que la delegación de Estudiantes arriba a Buenos Aires el jueves a las 4.30 de la madrugada.