Con 38 años recién cumplidos, el "Flaco" de la 6, hoy integrante de la secretaría de Fútbol Profesional, acumula recuerdos imborrables de sus once temporadas en la Primera del Pincha, más de 200 partidos oficiales y 15 goles. ¡Pero qué goles!
Cuando todavía alternaba entre la titularidad y el banco, una jugada empezó a marcarlo a fuego en los clásicos y contra Gimnasia, rival contra el que nunca perdió oficialmente con todas las camisetas que jugó.
Un clásico desfavorable para Estudiantes, que perdía 0-2, llegó el descuento y sobre la hora la jugada decisiva: la defensa tripera rechazó hacia el medio, pero el árbitro Claudio Martín paró el partido por un golpe sin pelota de San Esteban sobre Agustín, que salía del despeje del córner. Penal y gol. Lo metió "Pelusa" Cardoso y ese 2-2 del Apertura ’98 se gritó como victoria.
Jugó diez derbys, ganó 7 y empató 3; uno de ellos, el 3-1 del Apertura 2008, fue a su vez el último clásico que jugó y el único en el que hizo goles. Festejo asegurado y con grito propio después del cabezazo a un centro de la "Brujita".
Si de gritos se trata, sus goles miden alto en la vara épica de la historia contemporánea del Pincha: uno sobre la hora en la mística Copa Libertadores del 2006 en la ida de cuartos, en Quilmes, con San Pablo, el 1-0 en el Amalfitani para hacer pleno contra Vélez en el Apertura 2006 para perseguir de cerca a Boca, aquel de la Copa Sudamericana 2008 para quebrar al duro Inter en Porto Alegre y mandar la final al alargue; y el que para una generación de hinchas es el más gritado de toda la historia. ¿Cuál? El 1-0 del llanto interminable contra Arsenal, otra vez sobre la hora, para mandar el sueño de la novena estrella al desempate con Boca.
Y ahí anda ahora por el country, junto a los jugadores y cuerpo técnico, siguiendo los pasos del Bocha Flores, Cacho Malbernat, Juan Ramón Verón; recorriendo el colegio, viendo si hace falta algo en un vestuario, en una oficina, siempre con su humildad a cuestas
Por eso Flaco, gracias por todo y ¡Muy feliz cumpleaños!
