Haber obtenido la Copa de Plata fue el puntapié inicial para que el fútbol femenino continúe creciendo y esto se reflejó en un domingo a puro deporte, entretenimiento y cultura con la organización de la Secretaría de Deportes, la Fundación Estudiantes y la colaboración de la Subsecretaría de Género, representada por Virginia Filipas, y la Subcomisión de Museo.
A ellos se le suma la contribución de Antonio y Eduardo Miche que desde la mañana realizaron una obra de arte en la pared más amplia de la oficina donde funciona la gerencia del Country. Mariano Mangano, Osvaldo Zubeldía, un León y la Copa del Mundo ahora pintan un espacio que estaba en blanco.
Por su parte, los peluqueros de The Barber Shop también participaron (Eduardo, Antonio y Juan Forziano) y le cortaron sin ningún tipo de costo el pelo a 30 personas que se acercaron a la zona de las parrillas, donde se realizó el evento.
La presencia y el trabajo de la plantilla de fútbol femenino que se consagró con la conducción de Pablo Pastor fue fundamental. Así también como lo aportado por el cuerpo técnico, la Coordinadora del área (Bettina Stagñares), los directivos Augusto Cattogio y Bruno Salomone y uno de los directores de deportes Fernando Yuma.
Todos, de a poco, con el comienzo del día se fueron sumando. Al igual que los equipos de fútbol mixto inscriptos que terminaron participando en la cancha de césped sintético ubicada cerca del terreno principal del Country. Para ellos y todos los presentes la oferta gastronómica fue amplia para quienes quisieron desayunar, almorzar, merendar y -al mismo tiempo- colaborar con el fútbol femenino.
También, la atracción de las copas conseguidas en el Apertura 2006 y 2010 y exhibidas gracias a la Subcomisión de Museo fueron parte de la escena donde se observó a grupos enteros (de menores, mayores, chicos y chicas) posar detrás de los trofeos con una sonrisa amplia de felicidad.
Todo el ambiente fue ameno salvo cuando en la pantalla gigante -que proyectó el partido desde Mendoza- el equipo del Chino Benítez intentaba pero no podía vencer a Godoy Cruz. Ante la decepción, la jornada no fue empañada porque alrededor de 300 personas, entre socios e integrantes de distintas agrupaciones, se acercaron y aportaron en una jornada que reflejó que la familia pincha cada vez es más grande.
