Estudiantes, que luego de la victoria en Rosario frente a Newell´s sufrió un bajón en su producción con varias ausencias de futbolistas en el campo (por lesiones), tiene por delante este sábado un partido por demás complejo y ante un rival que está golpeado, pero que de local se mantiene invicto. Desde las 18.00 juega con Talleres en el Mundialista Mario Kempes.
La dificultad o complejidad sin dudas pasa por cómo el equipo de Eduardo Domínguez sale a jugar en una cancha que en el último tiempo lo hizo muy feliz (triunfo ante Boca por Copa Argentina) pero que a la vez, el local se hace muy fuerte a tal punto que, tal como se mencionó, está invicto en la competencia doméstica.
Lo bueno para Estudiantes es que Talleres está en plena etapa de reorganización como equipo. Luego de su brillante campaña de la temporada anterior con Gandolfi en el banquillo, comenzó con su reestructuración de plantel y cuerpo técnico. Y precisamente en este último punto hay que hacer mención que Walter Ribonetto dejó la conducción y por el momento la oncena será conducida por un entrenador interino (Mariano Levisman). Esto es un cimbronazo para el Tallarín porque luego de este partido debe afrontar el duelo de octavos de final con Boca por Copa Argentina y todo se convierte en una verdadera urgencia.
Y si de urgencia se trata, que mejor para Estudiantes en sacar pecho ante estos apuros que tiene su rival de turno. La empresa no será sencilla, porque a lo expresado sobre la fortaleza del conjunto de Córdoba en el "Chateu Carreras", el local tiene muy buenos jugadores. Pero la mesa está servida y para ser aprovechada. El Pincha para esta tarde noche tiene como misión ser protagonista, jugar con la presión que les puede recaer sobre sus espaldas a los futbolistas locales por la eliminación en la Conmebol Libertadores a manos de River, y por sobre todas las cosas ser agresivo, como lo fue en la etapa complementaria ante Boca, donde vale resaltar que más allá de haber estado en desventaja, acorraló y metió dentro de su propia área al conjunto xeneize.
Para esta tarde noche en Córdoba, Estudiantes no cambia. No puede contar con Ascacibar, ni con Altamirano, pero si con el flamante refuerzo Sebastián Boselli. Estará en el técnico albirrojo en ver que le conviene más, en si apostar al sistema táctico que nos tiene acostumbrado, con cuatro defensa, cuarto medios y dos puntas (uno por afuera y otro bien de nueve) o mete mano para vulnerar a Talleres ya sea con la manera de parar el mediocampo o la línea de ataque a sabiendas que tiene a jugadores como Carrillo, Giménez, Piatti, Cetré para armar el dibujo que se le apetezca.
Estudiantes tiene una visita compleja en Córdoba, por su rival, porque necesita volver a encontrarse o mejor dicho volver a ser el mismo que le ganó a Gimnasia y Newell´s y porque hoy en el fútbol argentino resulta cada vez más complejo salir victorioso en rodeo ajeno.
