Eso no fue todo ya que además del subcampeonato consiguieron el pasaje al Mundial que se realizará también en Brasil, pero en la localidad de Minas Gerais, según se confirmó hace unos días, y en donde ambos jóvenes albirrojos tendrán nuevamente la tarea de luchar por un lugar en la lista albiceleste.
Tanto Lombardi (19 años) como Gratti (20) coinciden en la sensación que les deja el subcampeonato "Me siento un poco vacío y con mucha impotencia por no poder demostrar todo lo que entrenamos" señala el pivote parecido al "sabor amargo de la medalla de plata" que le queda a Francisco.
Ambos querrán estar a partir del 21 de julio en Minas Gerais para sacarse la espina y disputar el mundial aunque para Nicolás no será un trabajo sencillo "Hay que dejar todo en lo deportivo, mejorar tanto físicamente como desde el juego y entrenar duro para estar en la lista" a su vez Francisco afirma que "los que vayan al mundial van a estar preparados para cualquier rival y van a hacer un buen trabajo".
Aunque todo sucedió tan rápido, todavía les dura la alegría de haber representado a la Argentina "Fue algo inolvidable, algo asombroso que no te lo esperas hasta que estas ahí adentro, no caía que estaba cantando el himno de mi país" recuerda Lombardi, que además tuvo que reponerse de un esguince leve sufrido en el segundo partido "Por suerte fue un gran susto, cuando me lo doble pensé que me había roto, pero pude volver para los partidos frente a Chile y Brasil"
Para Gratti la final fue un momento único "disfrute de tener la gente en contra que te grite, el folclore y el cotillón de las tribunas y las cámaras te hacen sentir un profesional" y nada se puede comparar con aquella gira que le tocó al pivote hacer por Europa siendo juvenil "Es completamente distinto, aunque fue algo hermoso esa gira sabía que era un viaje de preparación, un Panamericano es más importante, tiene más trascendencia, tiene una organización profesional y además era clasificatorio a un Mundial"
Al momento de hacer un balance mirando para atrás y retrocediendo hasta el punto de partida ambos llegan a un denominador común, la familia. Francisco recuerda que arrancó a los 4 años en Estudiantes a practicar este deporte pero que "todos mis familiares sabían desde la panza que iba a jugar al handball".
Para Nicolás no fue tan prematuro pero ya sentía apegó con balonmano desde el colegio "Era el deporte que practicaba en la escuela y mi primo Lautaro me invitó a probar suerte y a su vez me
gustó la idea de tener un nuevo grupo de amigos". Ambos albirrojos pudieron contar con parte de su familia en las tribunas de Foz do Iguazú.
Dándole un cierre a la charla los chicos ya se metieron de lleno en el futuro del handball pincharrata "en inferiores estamos en crecimiento, hay mucho talento en cadetes y en juveniles, en tanto que en los mayores apuntamos a futuro con muchos jóvenes y hay pocos mayores" aún así se esperanza Francisco "A pesar de todo quien te dice podemos dar el batacazo". Nicolás fue más contundente "En inferiores tenemos como objetivo salir campeones y en mayores tenemos un plantel más reducido pero creo que es posible llegar a Liga de Honor, las ganas de ascender nos sobrán".