El conjunto dirigido por Mauricio Torres debía viajar hasta Polvorines para disputar una nueva fecha del certamen masculino, pero el encuentro debió ser reprogramado ya que la dupla arbitral decidió suspender el partido debido a que el campo de juego no se encontraba en condiciones producto de la humedad que impedía el desarrollo normal del encuentro.
En lo que iba de la jornada ya se había suspendido temprano la mayoría de los partidos por la tira de inferiores caballeros, llevándose a cabo solo en enfrentamiento de los infantiles, pero con el afán de llevar a cabo el partido de mayores se esperó unas horas más, pero el desenlace fue el mismo por lo que se decidió tomar la decisión de suspender el encuentro y esperar la reprogramación de la Federación Metropolitana de Balonmano.