Corría el año 2001. José Luis Sánchez Caro estudiaba inglés en una escuela de Cambridge, una ciudad inglesa situada a 80 kilómetros de Londres. Colombiano de origen y con 20 años, nunca imaginó que allí conocería la pasión de su vida.
En aquel instituto también cursaba Horacio Laberne, oriundo de nuestra ciudad y fanático pincharrata. Durante un evento conocido como "El día internacional", donde los alumnos exponían costumbres y rasgos de la cultura de su propio país, José ayudó a Horacio con el stand argentino. Uno con la camiseta albiceleste y otro con la albirroja: José no pudo sacársela más.
"Horacio me contó su pasión y la de su padre por el equipo y su sentimiento de llevarlo en la sangre" cuenta el colombiano. Se lo describió tan bien que empezó a sentir los colores como propios. Hoy, si alguien le pregunta por qué Estudiantes de La Plata, José responde que tiene medio corazón argentino y que por las venas le corre la pasión por el Pincha que le transmitió su gran amigo Horacio.
"Aquí en Colombia todo el mundo era hincha de Boca o de River, y todos los argentinos que había conocido en el pasado eran de esos clubes" rememora José, y recuerda que "me llamó la atención ver una camiseta diferente, pero al verla sentí una atracción instantánea por los colores y por el escudo".
Desde aquel entonces empezó a seguir los partidos por Internet. Tiene entre sus grandes recuerdos aquel 7-0 en el clásico platense del año 2006, donde cuenta que quedó sin voz tras gritar una y otra vez los tantos pincharratas. Sin embargo, el equipo que más le gustó fue el del 2010, con Alejandro Sabella a la cabeza. Elige a Leandro Desábato como su jugador favorito, por "su solidez en la defensa y su estilo al cabecear dentro del área contraria".
José Luis cumplió uno de sus sueños en 2011, cuando pudo compartir hotel con el plantel albirrojo en una visita a Colombia, para enfrentar a Deportes Tolima por la Copa Libertadores de América. El encuentro salió 1-1, pero el resultado fue una anécdota para José, que pudo conocer a Juan Sebastián Verón y sacarse una foto junto a él.
A lo largo de estos años, fue coleccionando distintas camisetas del presente y pasado albirrojo. La primera se la regaló su amigo Horacio, pero su favorita es la casaca que "La Brujita" utilizó en su partido despedida. "La usé tres veces porque no quiero que se dañe", dice José entre risas.
En la actualidad, tiene 34 años y trabaja como carpintero y chef. Su principal sueño es venir hacia La Plata para presencial algún partido que Estudiantes juegue como local. Es un plan que tiene pendiente y que espera no posponer por mucho tiempo. Rafael, aquel joven peruano cuya historia conocimos hace un par de semanas, pudo cumplirlo. "Estudiantes me ha traído muy buenos amigos, me enseñó una pasión que no siento por ningún otro equipo del mundo", concluye José. Mas pronto que tarde, también cumplirá su sueño.