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ADN • 8 agosto 2015

El Pelado de los perros

Jimmy es un socio más, pero su amor al Country y a los animales es especial. Se encarga de los perros que viven allí hace años, y colabora con la granja del Colegio. La historia de su trabajo por el club sin pedir nada a cambio.
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El sol asoma por encima de los gigantes árboles del Country. El verano cala hondo: son las 9 de la mañana y la temperatura ya ronda los 30°. Se palpita una jornada espléndida, con cientos de socios disfrutando de las instalaciones, entre ellas una de las piletas más grandes de Sudamérica. La isla en su centro porta un mástil vacío. A lo lejos, alguien camina portando una bandera. Es Jimmy, quien se arroja al agua, nada hasta la isla e iza el "trapo" de 3.80 metros.

Daniel Bazán, más conocido como Jimmy, pasa cada día del verano en el Country. Empezó desde muy chico, ya que su padre es socio patrimonial y activo jugador de golf. De a poco, comenzó a ayudar en distintas tareas y actividades en City Bell, siempre con aval y permiso de los dirigentes: ayudar a limpiar la pileta al bañero, a pintar alguna baranda oxidada, etcétera. Hoy se encarga de cuidar a los perros que allí viven, dar una mano en la mantención de la granja del Colegio y hasta hace tareas de jardinería, entre otras cosas.

Él tiene su trabajo particular, pero hace todo de corazón, sin pedir nada a cambio. "Mi intención es que me vean los chiquitos de 5 ó 6 años, que se contagien de lo que hago para que en un futuro puedan hacerlo ellos", dice Jimmy. No sólo los más chicos: un socio, al ver a Jimmy colaborar desinteresadamente, empezó a ayudarlo. Y así se formó una cadena de socios interesados en dar una mano, siempre con permiso dirigencial. Lo mismo en la cancha, donde Jimmy alienta constantemente levantando a la gente a su alrededor.

Don Mariano Mangano, en las primeras épocas del Country, hizo plantar una serie de rosales cerca del sector de la pileta, que se mantienen hasta el día de hoy. Jimmy los regaba constantemente, hasta que un dirigente lo vio, se le acercó y lo nombró "Socio honorario de los rosales de Mangano".

"Donde hay animales en el Country, estoy yo", afirma. Jimmy cuida a los perros que viven en el lugar hace varios años: los vacuna, los castra y los lleva al veterinario para la cura de alguna enfermedad. María Carmen Lucía, integrante de la Agrupación Verón y veterinaria, dona las vacunas. En verano los lleva hacia un sector de sombra hasta la finalización de la jornada.

Vale hacer una aclaración: no está permitido dejar perros para que vivan allí, porque es un peligro latente debido a la presencia de cientos de niños por el Colegio. Por eso, los canes que cuida Jimmy llevan varios años en City Bell.

Será cuestión de costumbre, pero en la concentración del primer equipo siempre vive un perro. Desde la época de Bilardo hasta épocas recientes con Sabella al mando hubo un canino que los acompañó. Jimmy recuerda una anécdota: "Un día no encontraban al perro. Bilardo paró el almuerzo y dividió al plantel para que lo encuentren. Lo hallaron, almorzaron y después le sacaron un punto en el Monumental a un River que venía invicto".

Un día comenzó a darle de comer a los animales de la granja del Colegio: conejos, gansos, patos, ovejas y aves. Jimmy le hizo un cobertizo a la oveja, con contrapiso y techo acordes para que tenga una comodidad acorde. También construyó un par de estanques para los gansos, impermeabilizados para que no pierdan agua. Pero siempre remarcando su respeto por las autoridades, pidiendo el aval y permiso.

"Yo nací acá. A los 3 años ya me traían a la Sede, hice todos los deportes en el club. Hace 10 años que no voy de vacaciones a ningún lado, mis vacaciones son los 3 meses en el Country, prácticamente vivo ahí", rememora Jimmy.

"Estudiantes me dio todo, me formó. Con el tiempo dije: "hay que devolverle algo", por eso ayudo sin pedir nada a cambio"

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