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Fútbol Profesional • 6 septiembre 2020

La ley primera de los Ayala

Andrés y David comparten la camiseta de Estudiantes desde chicos, y por primera vez entrenan en el mismo plantel bajo las órdenes de Leandro Desábato. La familia, los entrenamientos en el Country después de mucho tiempo y el sueño intacto de jugar en el mismo equipo. Los hermanos sean unidos

Dentro de una familia numerosa, los hermanos Ayala, Andrés y David, persiguen el mismo sueño: vivir del fútbol y triunfar dentro de la cancha con la camiseta de Estudiantes. Después de compartir equipo en Reserva, esta pretemporada los encuentra en el mismo plantel. El sueño de los hermanos, el sueño de la familia.

VOLVER AL COUNTRY

Oriundos de Berazategui, residentes del Barrio Marítimo, a 33 kilómetros de la ciudad de La Plata, los Ayala son parte del plantel profesional que conduce Leandro Desábato, y se preparan para el regreso de la competencia. La vuelta al Country se sintió con alivio, y en parte se festejó, por volver a respirar el aire de un predio soñado.

"Se extrañaba mucho entrenar, estar con los compañeros y el Country. En estos cuatro meses no habíamos visto pasto, entrenábamos en un lugar cerrado, se extrañaban las canchas. El primer mes nos arreglamos como podíamos y se hizo difícil; después pudimos conseguir elementos y entrenar mejor", señaló Andrés.

"Es muy distinto entrenar en el Country, corríamos en una cinta o en un piso de cemento, se extrañaban las canchas", agregó David. "Es raro entrenar en grupos, sobre todo las primeras semanas que cada uno tenía su espacio y su carril. Se sentía raro, no era lo mismo. Con los cuidados que hay que tener en todo momento, ahora es más natural", sostuvo sobre la vuelta las prácticas, con ahora casi cuatro semanas de la pretemporada completadas.

EN FAMILIA, ACOMPAÑANDO EL SUEÑO

"Somos ocho hermanos. Antes de la cuarentena nos mudamos con Andrés y una de mis hermanas, pero por el contexto nos dividimos entre dos casas". Sabiendo del sacrificio familiar para escoltar el sueño de los dos jugadores, los Ayala se encolumnan detrás de la ilusión de Andrés y David.

"El mayor tiene 26, sigue una hermana de 24 y otra 22, y después venimos Andrés y yo; además tenemos tres hermanos más chicos", enumeró el nacido en 2002, referente de su categoría por ser el único en el plantel profesional.

LA LEY PRIMERA

"Compartimos la forma de jugar y enfrentar los partidos, las ganas y no achicarse nunca. Tratamos de tener siempre el mismo temperamento dentro de la cancha", describió Andrés, y agregó:  "Antes David era más ofensivo, ahora creo que jugaría él de cinco y yo más adelante, de interno. El último año ganó una mejor lectura de los partidos y además de la habilidad que tiene y sabe estar cerca de la jugada; en la habilidad me gana", bromeó.

A la hora de visualizar un regreso a las competencias, David no dudó y dijo: "Mi motivación es volver a jugar, y volver bien después de la lesión, para poder recuperarme bien". A principios de este extraño 2020, el mediocampista de marca sufrió la ruptura del ligamento lateral externo de su tobillo derecho, que requirió una intervención quirúrgica.

"Quiero seguir sumando minutos en Primera. Me operé en febrero, cuando empezó la cuarentena llevaba un mes y medio de inactividad. Este parate me dio tiempo, y me pude recuperar bien", comentó.

LA REFERENCIA DE MASCHERANO

"Lo tenía como un referente, y ahora que lo tengo al lado lo miro mucho. Hemos hablado, nos indica y nos aconseja a los más jóvenes. Desde ese lado lo tenemos que aprovechar porque con su experiencia nos puede mejorar", describió el mayor de los dos, mientras que su ladero David acotó: "Tiene una forma de jugar muy vistosa y es un adelantado a lo que va a pasar. Viéndolo aprendés muchísimo. Yo que soy de los más chicos, lo veía por la televisión, teniéndolo de compañero se puede aprender muchísimo".

LOS HERMANOS EN EL MEDIOCAMPO, LA ILUSIÓN DE LA FAMILIA

¿Quién no se imagina una formación con los dos hermanos en el mismo equipo? Parecidos físicamente, con rasgos similares en la entrega pero con particularidades propias de cada uno en el juego, Andrés y David mantienen viva la confianza para compartir el mediocampo de Estudiantes.

"Mi objetivo es primero meterme entre los citados. Jugar con David sería el objetivo máximo", definió el categoría 2000, que pensó, recapitulo y agregó: "Ahora que estamos los dos juntos en el mismo plantel creo que tenemos más chances, de compartir una cancha y realizar ese sueño. Ojalá se nos dé, sería cumplir nuestro sueño y el de nuestros viejos".

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