El quinteto de Estudiantes pone en marcha este viernes una nueva ilusión dentro de la Liga Federal de básquet. Inicia su participación en los Playoffs de la División Sudeste. Su rival en esta eliminatoria es San Martín de Junín, de gran campaña en la fase inicial. El cotejo va a las 20.30 en el Polideportivo del Estadio UNO.
Esta fase o eliminatoria está pactada al mejor de tres juegos y Estudiantes por haber finalizo con el sembrado seis en la ronda clasificatoria tiene desventaja, es decir que está obligado de definir de visitante. Por ello el punto inicial es en UNO, y luego la serie se traslada a Junín, desarrollándose los juegos 2 y 3 (este si es necesario) el 15 y 16 del corriente.
Estudiantes a lo largo de la fase regular tuvo muchos altibajos, sumado a que sufrió el mal de ausencias por lesiones, algo que lo obligó y lo obliga a su entrenador Lucas Conti a variar todo lo planificado a comienzo de la temporada. Y por qué lo obliga, porque Juan Orlandi se despidió del torneo por una serie lesión en la rodilla, y Lucio Urquiza con un esguince de tobillo aún no está en condiciones de ver acción. A esto hay que sumarle, que en esa irregularidad el plantel por momentos no pudo contar con Michele Castro, Sebastián Fuentes.
Lo importante para esta eliminatoria con San Martín es que debajo del canasto el citado técnico puede contar con el capitán Juan Bruno, Bruno Caruso más el citado Michele Castro y, al mismo tiempo "usar" como rueda de auxilio para esa sector de la cancha a Juan Pagella.
Pero este viernes en UNO comienza otro capítulo. El plantel, más allá de sus presentaciones por el certamen de la APB, contó con tiempo para preparar este cruce, para trabajar sobre lo que significa jugar contra un equipo de Junín y sobre todas las cosas para mejorar lo que fue un karma en la fase regular: a baja efectividad de tiros de 3 puntos. Es cierto que Estudiantes no cuenta con un tirador definido, pero más allá de esto sufrió mucho cuando los rivales le defendieron zona 2-3 o 2-1-2 y por ello este cotejo con San Martín debe ser el punto de quiebre para que ese sistema defensivo no vuelva a ser un dolor de cabeza.
