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Colegio • 24 abril 2018

Jardín inclusivo y solidario con Nino

Nino Caracoche padece una falla genética que lo tiene paralizado en la parte izquierda de su cuerpo sumado a que tiene paladar hendido y labio leporino . Pero desde el ingreso de Nino al jardín su evolución es asombrosa y le cambió la vida a él, a su familia, a sus nuevos compañeros y a las maestras
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Una de las premisas y fundamentos del Colegio de Estudiantes es la atención a la diversidad. Para eso las autoridades proponen asumir las diferencias en el interior de cada grupo y, entre otras cuestiones, ajustar la ayuda psicológica a las diferentes necesidades de cada uno de los chicos.

Esta propuesta descripta por parte de las autoridades se terminó de concretar este año cuando las puertas del jardín se abrieron para Nino Caracoche que nació con una falla genética, tiene el paladar hendido y labio leporino. Sumado a esto, al detenerse el desarrollo de la línea media, se le afectó también la fuerza en la columna y el equilibrio.

Nino, es hermano de Luca y Juan Emilio, alumnos del Colegio. Por esto, Pablo y Soledad, los padres de Nino, recibieron la notificación para saber si iban a inscribirlo en la primera sala de jardín que debía iniciar este año.

Después de analizar mucho la propuesta y tomada la decisión por parte de Pablo y Soledad de inscribir a Nino en Estudiantes, estos se acercaron y hablaron con la Directora Alejandra Varela quien asumió la responsabilidad de incluir a Nino en el Nivel Inicial. Y no sólo ella se hizo cargo, sino también las porteras, auxiliares y maestras. Pero lo que más reconforta es la solidaridad de los compañeros de Nino en integrarlo.

Las autoridades, pusieron manos a la obra, y decidieron realizar una rampa especialmente para que Nino entre al aula con su silla caminadora. A sólo 45 días del comienzo de ciclo lectivo y con el apoyo de todos para que Nino llegue a clase con su propio esfuerzo los resultados fueron cada vez más favorables: Nino casi no necesita la ayuda de su mamá para llegar a la salita.

Ella lo observa emocionada desde la puerta y también valora que este no es el único progreso de Nino en tan sólo un mes y medio de clases. Además Nino ya come por sus propios medios y, sobre todo, se conecta con sus amigos de jardín que lo ayudan todos los días para que avance y siga creciendo. Ahora, sus compañeritos y seños, ya son los pilares de vida, junto a su papas y hermanos, para que Nino siga progresando.

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