El fin de semana pasado no fue uno más en la vida de José Washington Prieri, pincha de alma que, en el clásico ante Gimnasia, presenció su primer derby. Una personalidad que se ganó el reconocimiento por su gran amor por Estudiantes.
Prieri nació en 1936 y, a través de un amigo de su familia en la provincia de Santa Fe, comenzó a vincularse con los colores rojiblancos. Desde que tenía 7 años empezó a seguir al equipo, pese a no poder concurrir al estadio.
Hoy lo alienta por televisión o va a la cancha cuando el elenco de Vivas juega de visitante en las provincias aledañas a San Luis, donde reside actualmente un hijo suyo y su nieta, más precisamente en la localidad de Juan Koslay; muy cerca de la capital provincial.
A través de la coordinación de las filiales del club y de su hija Liana, quien reside en Ituzaingó, el hombre nacido en Córdoba pudo vivir en vivo y en directo su primer clásico platense en Quilmes, que terminó con victoria albirroja. Prieri, con vocación por el maratonismo, manifestó además sus ganas de unir corriendo el Country Club de City Bell con el estadio de 1 y 57.
Otros históricos habitantes del tablón como Roberto Irigoiti compartieron su día de gloria durante y después del partido y, como reconocimiento a su trayectoria, quedó el compromiso de enviarle una camiseta firmada por el plantel profesional.
