El tiempo vale oro dice un refrán y así lo entiende el cuerpo técnico de Estudiantes que sin tener 24 horas como visitante de Bolivia ya cumplimentó una práctica y algo más en este país, a fin de que los jugadores se aclimaten y vayan "tomando" ese sabor especial que significa jugar un partido internacional.
Las jornadas de entrenamiento entre martes por la tarde-noche y este miércoles se basaron específicamente en el aspecto físico, donde el profesor Daniel Ipata apuntó a la recuperación de los futbolistas tras el viaje de tres horas desde Buenos Aires hasta Santa Cruz de la Sierra.
Una de las ejercitaciones se desarrollo en el Hotel Camino Real, pero la más exigente fue en el predio de Blooming en donde Gustavo Matosas tuvo una mayor intervención, sobre todo cuando entró en acción la pelota. El detalle que la actividad futbolística no se llevó a cabo en la cancha completa, sino que uno de los arcos (móvil) se ubicó en el área chica a fin de reducir los espacios en donde los futbolistas cumplimentaron una serie de movimientos tácticos.
Esta vez, a diferencia de lo que sucedió en el Country el sábado y el domingo pasado, el entrenador pincha no dividió a los jugadores en dos equipos, sino que "partió" el trabajo por puestos, es decir todos los laterales y marcadores centrales por un lado, los centrocampistas defensivos por otro, los mediocampistas ofensivos y defensivos por otro.
Previo a culminar la práctica Matosas habló unos minutos con sus pupilos, los metió aún más en clima copero, y luego dio pitazo final.
La plantilla desde el predio de Blooming se dirigió hasta el Hotel donde está concentrada y pasadas las 14.30 hora argentina emprenderá el viaje a Sucre donde se alojará a la espera del compromiso con Nacional en la altura de Potosí.