El Pincha había arrancado bien en el primer tiempo, con un gran trabajo en la defensa, mientras que en ataque a pesar de la inestabilidad lograba buenos dividendos, pero sobre el cierre empezó a equivocar los caminos y quedó lejos para afrontar la segunda etapa donde se vio el rendimiento más flojo donde la fase ofensiva perdió el rumbo y tanto de contragolpe, como así también en el posicional, ya que la defensa bajó la intensidad, la visita lo aprovechó y desniveló para llevarse a Núñez los tres puntos.
Estudiantes pudo aguantar en el partido durante 20 minutos donde se vio la mejor versión con el trabajo defensivo que, a pesar que alternaba buenas y malas, le permitían al ataque trabajar con tranquilidad, que lograban llevar el partido gol a gol frente a un rival que le permitía espacios. Los dirigidos por Mauricio Torres sobre el cierre comenzaron a caerse desde el juego colectivo y lo vieron reflejado en el marcador porque el millonario de contragolpe se escapó al descanso 15-12 arriba.
En el complemento el conjunto albirrojo peleo durante los primeros 10 minutos donde se mantenía en partido pero no lograba achicar la diferencia y la desesperación los fue invadiendo y primó el apuro en el ataque estudiantil. Esta situación aprovechó a la perfección River Plate que de contragolpe le dio el golpe de sentencia al Pincha liquidando las acciones de juego a falta de un tercio del segundo tiempo, sellando lo que a posterior sería un triunfo cómodo por 33-22, que lo deja al borde del abismo al Pincha.