Las juveniles recibieron a Banfield en una jornada que tuvo de todo. La Sub 16 rompió el hechizo y ganó por primera vez en cancha propia por 5-4, mientras que Sub 14 y Sub 19 fueron derrotadas.
La jornada comenzó con un rival que no abandonó en los tres partidos de la jornada la actitud defensiva y de búsqueda por convertir. La cual se caracterizó por abrir la cancha obligando al desgaste físico, a la vez que monopolizaba los intermedios del campo de juego para llegar al arco e intentar definir.
GOLPE Y CAÍDA
La sub 14 sufrió su primera derrota vez desde el inicio del torneo, ya que no pudo recuperarse del golpe anímico que recibió el en primer tiempo, donde el rival definió con certeza dos pelotas paradas y se escapó 2-0. En la segunda etapa, y pese a la búsqueda del arco contrario, el rival supo capitalizar el dominio de la pelota, dando por terminado el partido 4-0.
LA SUB 16 GRITÓ EN CASA
Gracias a un gran partido, donde reflejó el trabajo que habían realizado en la semana, el equipo liderado por Paola Vinai jugó un muy buen primer tiempo, pero un superior segundo, donde el trabajo asociado, la certeza para definir, y la confianza por la construcción grupal conquistaron el 5-4 y dieron por fin al hechizo que no les permitía ganar como locales.
CINE Y REVÉS
La Sub 19 vivió un partido de película, donde como en la peor pesadilla, el arco parecía cambiar de lugar cada vez que las pinchas lograban llegar. Pese a ello, jugaron un buen partido donde fueron más que el rival, controlando la mayoría del tiempo la pelota y logrando jugadas asociadas con llegada efectiva al arco. Finalmente cayeron 2-1, en un partido que tuvo demasiado de cine, y terminó con un sabor amargo.
