Rubén Santurian es uno de los tantos fanáticos de nuestro club que vive su amor por Estudiantes a la distancia. Reside hace 20 años en Estados Unidos, integra la Filial Pinchas en USA y mantiene férreos lazos con nuestra ciudad y el Pincha.
Nacido en Montevideo, Uruguay, en 1962, Santurian es arquitecto, urbanista y artista. Ésta última faceta la desarrolla con la particularidad de que utiliza desechos para dar forma a sus obras, que ha mostrado al mundo en varias exposiciones, individuales y colectivas. En 2009, fue reconocido en la International Artexpo New York con el Green Artist Challenge 2009 justamente en la categoría "Mejor uso de materiales reciclados".
¿Cómo nació el amor por Estudiantes? Así lo cuenta Rubén: "Soy hijo único y siempre anduve buscando hermanos por el mundo, pero desde que nací estuve siempre rodeado de mis tíos y primos. Éstos últimos siempre fueron mis hermanos y los que son contemporáneos conmigo junto con mi tío Carlos, nacido en La Plata, me hicieron del Pincha y ¡creo que eligieron bien!. Llevo desde pequeño el ADN pincha conmigo".
"Ellos tuvieron períodos donde vivían en Buenos Aires y en otros en La Plata, así que yo iba seguido con ellos para allá para "Tierra Santa", que es como me refiero a La Plata, ciudad que que quiero profundamente".
Instalado a miles de kilómetros, la relación se mantiene ya que "Durante mucho tiempo viajé por trabajo cuatro o cinco veces por año, y cada vez que viajo voy a La Plata a la casa de mis primos, y luego vamos a la cancha". El ritual se repite siempre. Hoy la pandemia lo puso en pausa.
PASIÓN A LA DISTANCIA
"Hoy, viviendo en el exterior se puede llevar distinto a otras épocas", explica Rubén. "La gran conexión que hay con la información a través de periódicos online, portales, y redes sociales hace que los fanas Pinchas podamos estar informados y conectados diariamente. Además, hace un tiempo el club tiene un gran desarrollo de la comunicación a través de "Estudiantes Play" e Instagram que nos acerca a la vida diaria del club a todos los que estamos fuera del país. El fanatismo se lleva con la pasión y el amor de siempre, más aún con el contacto cotidiano que tenemos con el grupo de la Filial Pincha en USA".
El grupo de hinchas del club que reside en Miami y sus alrededores, es clave para mantener la pasión albirroja y compartir con muchos otros que, al igual que Rubén, disfrutan de su amor por Estudiantes a miles de kilómetros de la ciudad de La Plata. "Es gratificante, vibrante y como siempre nos enseñó nuestra propia historia Pincha, se refuerza el sentido de pertenencia a la distancia".
En nombre de sus amigos de la Filial, Rubén reconoce y agradece el trabajo que se realiza con los hinchas que viven fuera del país. "El club tiene una política planificada de conexión con las filiales, y muy especialmente con las que están fuera de la Argentina, en este caso, a través de Luis Álvarez Gelves de la Comisión Directiva, quien está en contacto diario con nosotros".
EL ADN PINCHA EN EL EXTERIOR
"Llevar el ADN Pincha es un orgullo, más que ser de un equipo de fútbol, es una elección de vida el saber que para poder conseguir algo hay que trabajar, y muy fuerte. No alcanza con trabajar mucho una sola vez, o sólo por un período, en la vida hay que trabajar duro siempre", afirma el artista. "Estudiantes de La Plata nos enseñó a todos los que sentimos y tenemos verdaderamente su ADN, que la adversidad es una gran escuela, que nos enseña a transitar por la vida con gran trabajo y dedicación y gran respeto por los demás".
"Llevo conmigo una frase de un poema de Bertolt Brecht, que bien puede acompañar a la frase del gran maestro Osvaldo Zubeldía que hoy luce en nuestra camiseta ´a la gloria no se llega por un camino de rosas´. La llevo en mi mente y en mi corazón, y se la he transmitido a mis hijos también: ´Hay hombres que luchan un día y son buenos, hay otros que luchan un año y son mejores, están los que luchan muchos años y son muy buenos, pero están los que luchan toda la vida. Esos son los imprescindibles´".
TRANSMITIR EL AMOR POR LOS COLORES DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN
"En mi caso, tengo 59 años y el ADN Pincha incorporado. Hace 20 años que vivo en Estados Unidos y mi principal objetivo es poder transmitirle a mis tres hijos, Simón de 22, Iván de 20 y Dante de 14, el mismo sentimiento que tengo por nuestro querido Club y el ADN Pincha, ya que han vivido aquí siempre. La vida me regaló esta maravillosa posibilidad de que podamos disfrutar, sentir, sufrir y vibrar por nuestro maravilloso Club y sentirnos muy orgullosos de ser del León, estemos juntos o cada uno en otro lugar". Los Santurian se reparten por el mapa norteamericano: Simón trabaja en New York, Iván estudia en Pensilvania y Dante vive en Florida junto a Rubén.
UNA HISTORIA DE SUPERACIÓN
Los recuerdos se amontonan, brotan y se instalan en rojo y blanco en la memoria de Santurian. "Me han pasado algunas cosas maravillosas con el Pincha, pero hay tres cosas que llevo en mi mente y mi corazón como un verdadero tesoro: mi abuelo siempre me decía ´Lo que tenés en el bolsillo va y viene, pero lo que tenés en la cabeza y el corazón, nadie te lo puede robar´".
"En el 2010 tuve cáncer, hice un tratamiento y empecé a salir. Pocos meses después fue mi cumpleaños y el 9 de enero del 2011 quise festejar que estaba dejando atrás la enfermedad. Hicimos una fiesta con familia y amigos en la que me mostraron un video hecho por mi esposa Silvia y mis amigos que me sorprendió con grandes muestras de afecto. Pero hubo una en particular, maravillosa, que se dio gracias a mi amigo Álvaro González: apareció la Brujita, el gran Juan Sebastián Verón dedicándome unas hermosas palabras que cada tanto vuelvo a ver y a escuchar, y firmando una camiseta pincha que tengo enmarcada en casa, con la foto de la Brujita firmándola. Fue una caricia para el alma", recuerda emocionado Rubén.
UN SUEÑO CUMPLIDO Y LA VUELTA A UNO
"En el 2018, organizado entre Luis Alvarez Gelves y nuestra filial de USA jugamos un partido contra la filial de River y cumplí uno de los sueños que para un hincha solo queda en sueños, ¡jugué con la Brujita ese partido!. Fue un regalo de la vida, de los más maravillosos que un hincha y un fana del fútbol puede soñar".
Las vivencias de Rubén y las emociones se suceden una tras otras en el diálogo y este relato dentro del relato se destaca. En uno de los últimos viajes a nuestra ciudad, la vida le regaló la posibilidad de participar en el histórico día del regreso a UNO. "Pude estar en el último partido que jugamos en el Único y que ganamos. Luego hice la caminata a UNO y viví la inauguración del estadio. Recuerdo ese cantar durante el partido ´Señores vamos a volver a UNO, el sueño se hizo realidad´".
La nota llega al final, los recuerdos, las anécdotas y el amor por Estudiantes prometen un nuevo encuentro a futuro. "¡Gracias Estudiantes!" grita Rubén desde el norte. "¡Por todo lo que me diste, me das y me darás!".