La historia de Andrea Mohr comenzó hace casi dos años, cuando ella y un grupo de padres decidieron crear el Club Estudiantes de San Isidro, por ser este último el barrio donde entrenaba un grupo de niños de Misiones. Al tiempo se encontró con otro hincha albirrojo, César Starna, quien le contó acerca de su equipo de futsal, de primera y reserva inscriptos en la liga posadeña de fútbol.
Andrea manifestó la existencia de una escuelita con el nombre Estudiantes, aunque con un logo propio ya que el de Estudiantes de La Plata y Estudiantes de Posadas lo usaban ellos. Así fue como César le propuso anexar su club de infantiles a Estudiantes de Posadas, por lo que ella comenzó el "fichaje" para que se incorporen institucionalmente, dado que la entidad tiene personería jurídica y la escuelita no. Una nueva muestra de integración y solidaridad como plataformas para potenciar el trabajo en equipo y lograr mejores resultados, tal como marca la historia y el ADN de Estudiantes.
Contactados ambos por la Coordinación de Filiales a cargo del dirigente Luis Álvarez Gelves, éste se comprometió a acompañar la acción conjunta y los amigos de Posadas a formalizar la Filial Eduardo "Bocha" Flores, cuyas autoridades serán oficializadas próximamente.
La institución, a través de la Fundación Estudiantes –que desde el año 2015 y por iniciativa del presidente Juan Sebastián Verón trabaja en forma conjunta con la Coordinación de Filiales en la articulación de tareas solidarias- tuvo algunas experiencias en Misiones, como por ejemplo en el marco del lanzamiento del programa de responsabilidad social "Jugando es Mejor". En la ocasión, el club apadrinó a las categorías de 13 y 14 años del Club San Miguel e incluso proporcionó indumentaria que brindó la gente de Umbro para poder vestir a un equipo completo.
