Se sabe que el básquet es un juego donde prevalecen las rachas y cuando los jugadores están en esa sintonía todo resulta más sencillo para los entrenadores. Y esto fue lo que sucedió en Unión Vecinal. Estudiantes no pudo con una tremenda racha de puntos de Universitario, sobre desde la zona perimetral; y terminó perdiendo 81-75 en la semifinales del grupo A-2 del certamen de la Asociación Platense.
Esta derrota no sólo es dolorosa porque deja al Pincha fuera de la final sino que además lo obliga a de aquí hasta diciembre a volver a jugar en la zona A-2 y por ende sin poder retornar por ende al grupo elite del básquet platense.
Un dato que hay que remarcar, además de las rachas que tuvieron algunos jugadores de Universiario, como González, Barrionuevo o Digdanian; es que el conjunto estudiantil volvió a sufrir desde la línea de tiros libres. No fue buena la efectividad y esto fue un pecado capital.
Estudiantes tras un comienzo dubitativo, en donde la U salió a atrapar al Zurdo Attademo en la conducción, supo controlar el juego con buena defensa bajo el canasto y con conversiones de Cejas (5 en fila) y un triple de Cordero logró una diferencia de 6 puntos (15-9) que tranquilizó las aguas en un comienzo de partido en donde el albinegro dejó en claro su planteo: mucha fricción sobre todo en la "llave".
Sin Fillol en cancha, para darle descanso porque fue el único pivot natural, Estudiantes perdió protagonismo en las dos zonas pintadas y para calmo dos técnicas consecutivas a Walter Cordero originó su salida del juego y así el equipo no solo se quedó sin el tirador natural sino sin la rueda de auxilio al Potro debajo del canasto. Afuera Cordero, todo pasó a depender de Noguera y Cejas. Ambos acomodaron al partido donde más convenía. Esto es, rotación de balón y rompimientos rápidos. Pero Universitario se mantuvo vivo (a falta de 1.25 el cotejo estaba 38-35 para el Pincha) a partir de que sacó provecho una falta antideportiva y porque cada vez que mandó a los jugadores albirrojos a la línea estos no se mostraron finos.
A pesar de todos esos problemas Estudiantes se fue al descanso largo 42-36. El Laucha Noguera volvió a ser la carta de gol de las ofensivas que "se trababan" mucho cuando se buscó jugar en el poste bajo o romper para descargar al tirador libre. Pero a pesar de esto siempre el score (alternaba entre 10 y 5 puntos) le favoreció a los estudiantiles.
Una racha de Barrionuevo (un interno que a partir de cortinas salía a tirar) con anotaciones de tres puntos volvió a meter a Universitario en carrera: 57-52 con 2 minutos por jugar en el tercer parcial.
Ya en el último cuarto las rachas de los jugadores del elenco de Gonnet fueron determinantes para inclinar la balanza. En Estudiantes la conversaciones de larga dimensión brillaron por su ausencia y en cambio Universitario no sólo metió un parcial de 10-4, sino que pasó a ganar 62-61 gracias a las rachas de González, Digdanian y Cerdá, que sin darle gol le dio muchas segundas opciones a sus compañeros.
El Zurdo Attademo le volvió a dar cierta tranquilidad a Estudiantes con una tremenda penetración y colocó el juego 67-62 a falta de 5 minutos 52 segundos. De aquí en más, todo fue de Universitario más allá de que Cejas le dio algo de esperanza al equipo de alcanzar la victoria.
Digdanian encontró su tiro de zona dos y en él se apoyó la U que ya no tenía a Bertsch ni a Barrionuevo. Y para colmo de males para Estudiantes en ese ir y venir del partido, Brescia clavó una bomba desde una esquina cuando los 24 segundos se le consumían y puso el marcador 78-75 con 21 segundos por jugar. Estudiantes no encontró la solución de larga dimensión y Universitario cerró con una corrida Pazos.
Estudiantes perdió un partido en donde siempre se sintió incómodo y porque varios jugadores recién están tomando ritmo basquetbolístico tras el merecido descanso luego de la tremenda temporada en el Torneo Federal.
Ahora ya sin poder jugar en la A-1 a partir de agosto llega el tiempo de iniciar una pretemporada para lo que se avecina tanto en el certamen platense como en el próximo Federal.