Héctor Edgardo Llanos, o ‘Tony’, empezó a trabajar en el club durante la década del ’60, ya que su padre y su hermano eran vendedores ambulantes en el estadio de 1 y 57. Una noche de diciembre de 1965 se acercó a ellos el Dr. Marelli (Roberto Marelli, médico de aquel equipo) y le dijo: "Cuando termine el partido traete un cajón de Coca que si ganamos somos campeones". Estudiantes le ganó por tres goles a Independiente y "La Tercera que Mata" salió campeona. "Mi padre vendía 12 Cocas y 12 Fantas; entonces les llevé eso. Marelli me dijo que de ahí en adelante les lleve gaseosas todos los partidos. En el ’65 salió campeona la Tercera, en el ’66 la Reserva y en el ’67 la Primera División", contó ‘Tony’.
Los campeones del mundo
A partir de aquellos momentos forjó una relación de amistad con ‘Cacho’ Malbernat, ‘Bocha’ Flores y Juan Ramón Verón, entre otros. De la ‘Bruja’ tiene un recuerdo muy especial, ya que lo considera su máximo ídolo albirrojo: "Verón era el Maradona de aquella década, de aquella época. Llevaba la pelota atada, el gol que le hizo a Palmeiras en la final de la Libertadores fue algo impresionante. Perdíamos 0-1 y lo dimos vuelta".
Miles de anécdotas fluyen de su intacta memoria, pero rescata una de un día muy especial para la historia de Estudiantes: "Recuerdo que salimos campeón del mundo y no pude ir, porque tenía sólo 13 años y mi padre era de clase media trabajadora. Europa en aquel entonces era como viajar a la Luna para nosotros. En la esquina de 7 y 32 hicieron una arcada recibiendo al equipo, con sirenas, bombos y estruendos para festejar. En esa época iba al colegio industrial que queda cerca de ahí, y el celador nos obligó a cerrar las ventanas de chapa para que no entre el ruido. Le dije que no la cerraría y me mandó a Dirección, que quedaba a un paso de la salida. Agarré mis cosas y me fui a festejar con el micro de los jugadores. Malbernat me vio, abrió una ventana y Tato Medina me subió al techo". "El esfuerzo y sacrificio que nosotros veíamos en esos jugadores durante la semana; la educación, la conducta y su hombría de bien fue todo lo que marcó el maestro Don Osvaldo Zubeldía y que continúa hasta nuestros días", agregó ‘Tony’.
La década del ’80
Las amistades conseguidas durante la época de gloria hicieron que goce de cierto privilegio. Por ejemplo, fue uno de los primeros en saber de la chance que Carlos Salvador Bilardo sea el director técnico de la Selección Argentina. Bilardo sale campeón con Estudiantes en el ’82 y le cuenta a ‘Tony’ que lo habían llamado desde la AFA para dirigir al seleccionado mayor. La oferta era por mucha menos plata de la que cobraba en el club, pero Bilardo tenía una ambición: dar la vuelta olímpica con Argentina. Finalmente y como todos sabemos, acepta y su sueño se cumple en 1986. ‘Tony’, junto con ‘Coco’ Albariño, viajó a los primeros partidos del ‘Narigón’ al frente del conjunto albiceleste, donde igualó 0-0 frente a Brasil en el mítico Maracaná. Un viaje en micro interminable, pero que el paso del tiempo lo hizo inolvidable.
Durante aquellos años, ‘Tony’ siguió al Pincha por cada terreno de juego del país. En tren, en micro o como podía, la banda iba integrada por el ‘Pelapapas’ tirando con el lanzallamas, el ‘Ruso del bombo’, ‘Globulito’ con su madre, los hermanos Mandarino, Jorge Meno, entre otros. El ritual era juntarse en la estación de tren, comer pizza en ‘Los vascos’ y salir para los partidos. En los vagones del ferrocarril iban familias, sin que nada les pase. ‘Tony’ destacó que la realidad de aquella época era muy distinta a la de hoy en día: "Antes no había barrabrava, había hinchada. El hincha hacía cualquier cosa por ver a Estudiantes o a cualquier club; éramos todos amigos, el sábado salíamos a bailar todos juntos y el domingo nos odiábamos en la cancha, pero después del partido volvía todo a la normalidad. Era una realidad sana, éramos rivales, no enemigos".
La pasión por Estudiantes
En la década del ’90 fue encargado de la seguridad del vestuario de los árbitros. Allí entabló relación con muchos de ellos, pero también con uno de los mejores equipos albirrojos de la historia y quienes, según él, no tienen el reconocimiento que se merece: el conjunto que ascendió a Primera División en 1995. En un clásico frente a Gimnasia, donde Estudiantes ganó por 2-0 con goles de Calderón y Catán, ‘Tony’ estuvo en la popular junto a tres amigos: Juan Sebastián Verón, Martín Palermo y Raúl Cascini. "Martín es hincha de Estudiantes a muerte y siempre lo va a ser; triunfó en otro lado porque es un profesional", dijo sin entender las críticas e insultos hacia el goleador.
La pared del "Buffet de los maestros" está llena de postales con próceres y momentos históricos pincharratas. Hay fotos de los Verón, de los campeones del mundo, de "Los Profesores", de Sabella, del Ruso Prátola. Se emocionó rememorando al Ruso, a quien recuerda como "una gran persona". ‘Tony’ es encargado del buffet de la sede social hace un par de años, luego de reponerse totalmente de un accidente cerebrovascular. "Queremos volver a ser lo que era el restaurante de Roberto Spadaro en 1 y 57, que le dio de comer a todos los jugadores e hinchas del club tuvieran o no plata para pagar", rememoró ‘Tony’. "Nosotros adaptamos esa filosofia y queremos que el socio o quien venga a la Sede se sienta en su casa; tomamos la bandera de Roberto, quien cobijaba a todo el mundo. Por acá pasan muchos deportistas de las disciplinas amateur del club, y nosotros queremos que nuestro buffet sea un lugar de contención para todos esos pibes", señaló.
"Todos dicen que Estudiantes es su segunda casa, pero yo la considero mi casa. Iba a almorzar al club, iba a ver las Inferiores, la Reserva y Primera. Ser de Estudiantes es lo más grande que hay"
