El primer equipo albirrojo tuvo su tan esperada vuelta frente a uno de los históricos de la categoría y se pudo haber quedado con los tres puntos, pero en los últimos minutos no pudo mantener esa ventaja y terminó igualando en 25, para un empate con sabor agridulce por cómo se terminó dando, pero que se va a valorar con el correr de las fechas.
La primera etapa comenzaba con un Estudiantes más sólido de entrada que lastimaba a su rival en los primeros minutos, pero luego Quilmes a base de contragolpes, cedidos por fallas en ataquepor los dirigidos por Mauricio Torres, dio vuelta las cosas para manejar el marcador. La visita supo sacar tres goles de ventaja, pero en el cierre los albirrojos apretaron el acelerador y lograron descontar la diferencia para irse al descanso abajo por la mínima.
En el complemento el Pincha logró mejorar, ajustó la de defensa y de a poco volvió a liderar el marcador llegando a sacar cuatro goles de diferencia, pero por falta de experiencia no lo supo mantener y el conjunto cervecero comenzó a achicar la ventaja. A pesar de esto Estudiantes aguantó los embates de la visita, con gran actuación tanto de la defensa como del arquero Carlos Gómez, y fue gol a gol hasta el final donde los locales desperdiciaron un par de situaciones que podrían haberle dado la victoria para terminar 25-25.
El sabor en el final fue amargo para los albirrojos por el desarrollo del encuentro, pero comenzar sumando siempre viene bien. Ahora los caballeros tendrán dos semanas de trabajo ya que recién se estará jugando la segunda fecha del Metro Apertura de visitante frente a Ward el 1 de abril.