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ADN • 29 agosto 2015

UN PINCHA DE ORO

Julio Velasco es fanático de Estudiantes desde su infancia. Su trayectoria como director técnico de voley lo llevaron a estar dentro del Salón de la Fama de este deporte, y hace sólo un mes cumplió un gran sueño: se coronó campeón Panamericano con la Selección Argentina de Voley Masculino
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Cuando el saque del brasilero Murilo se fue largo, una irremediable ola de sensaciones transcurrieron por su cabeza. Recordó cada título con la selección italiana en la década del ’90; pero también añoró las épocas de la infancia, de triunfos sencillos, de sándwiches mientras miraba la jornada de fútbol albirroja. Cuando ese saque se fue largo, Argentina se coronó campeón Panamericano, y un pincharrata tocó el cielo con las manos.

Julio Velasco es el director técnico de la Selección Argentina de Voley desde el año 2014. Platense de nacimiento, está dentro del Salón de la Fama del deporte, algo reservado a sólo unos pocos alrededor del mundo. Su palmarés con Italia se compone de dos títulos mundiales, tres campeonatos europeos y cinco ligas mundiales. Hizo que Argentina gané nuevamente la medalla de oro en los Juegos Panamericanos 2015, realizados en Toronto. Una estirpe ganadora.

"Mi abuelo Horacio Blake fue el que me llevó por primera vez a la cancha de 1 y 57. Creo que tenía tres años y mi hermano Raúl cuatro. Nos instalábamos en la tribuna a la izquierda de la techada", rememora Julio sobre sus comienzos siguiendo al León. "No me acuerdo qué edad tenía cuando empecé a ir solo a la cancha, con mi hermano, quizás a los diez años. Mi mamá nos preparaba los sándwiches y nos íbamos a ver la 3a, la reserva y la primera. En esa época se jugaban tres partidos seguidos!"

Julio recuerda con especial cariño al Estudiantes de Zubeldía. El germen fue "La tercera que mata", de la cual los Velasco no perdían encuentro alguno. El equipo de Zubeldía fue uno de los que más lo entusiasmó, no sólo por el fútbol y los títulos, sino por una cuestión particular: "Me acuerdo que las mujeres empezaron a ir a la cancha y fue todo un evento cultural". "Era la primera vez que le podíamos hablar de igual a igual a los de River y Boca. Y en el 68 le ganamos al Manchester! Eso fue lo máximo: qué emoción, qué orgullo", expresa.

Luego de unas cortas vacaciones en Italia, se prepara para la recta final de su segunda temporada con la Argentina. La primera escala será la Copa del Mundo de Japón, donde irá en busca de sumar roce internacional para sus jugadores. Luego será el turno del Sudamericano en Cartagena con el equipo B y, desde el 5 de octubre, el gran desafío de lograr la clasificación a Río 2016 en el Preolímpico de Caracas.

Los múltiples logros deportivos no pueden conseguirse sin una identidad, sin valores que respalden al trabajo colectivo. Julio afirma que "el club y el fútbol nos da una identidad. Nos hace sentir parte de algo más grande, no podemos estar ni sentirnos solos porque somos muchos. Es algo difícil de explicar para el que no lo ha vivido". El técnico de Argentina lo grafica con un ejemplo: "el abrazo después de un gol que muchas veces uno le da a un "desconocido" que tiene al lado, creo que es el mejor ejemplo de esto. Lo abrazamos porque "es uno de los nuestros", hay algo muy fuerte y profundo que compartimos que tiene que ver con nuestra infancia y nuestra historia".

Velasco ponderó "la vida de club" de nuestro país, y en especial de Estudiantes. "El club es también los demás deportes, es un lugar donde crecen nuestros hijos y nuestros nietos. Es como una casa gigante donde se juega y se comparte, donde se festeja y donde se sufre una derrota junto a los que sabemos que sufren como uno", explica, y cierra la charla con el sitio oficial con una frase que sintetiza su filosofía y pensamiento: "el club debe ser alegría".

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