Convocado para ser parte de la Experiencia Ligantex, Chiquito Bossio se reencontró con la familia de Estudiantes y su regreso a La Plata fue con la merecida ovación para una persona que no sólo dejó una huella como futbolista, sino también como persona.
En una tarde - noche por demás especial, el ex arquero estudiantil fue parte del espectáculo del entretiempo ante Nueva Chicago, cuando salió con la camiseta del Pincha y los guantes puestos para jugar una serie de penales con distintos socios albirrojos que se habían anotado en el concurso y salieron sorteados para la ocasión.
Aplaudido desde todos los costados del estadio, la experiencia lo tuvo nuevamente bajo los tres palos frente a distintos simpatizantes, quienes gozaron del privilegio de patearle un penal ni más ni menos que a quien alguna vez supo dejar de ser Chiquito y pasar a ser "gigante" con aquel recordado gol a Racing, de cabeza, en Avellaneda.
La ejecución desde los doce pasos fue meramente una anécdota para una noche que quedará en el recuerdo de quienes pisaron la cancha y que el día de mañana podrán decir que le patearon un penal a Bossio. También para el propio Chiquito, quien con una sonrisa de oreja a oreja tuvo su merecido reencuentro con la gente de Estudiantes. Un hombre de la casa que aceptó ser parte de la campaña y la Experiencia Ligantex.