La 2005 fue la única categoría de las juveniles de Estudiantes que tuvo chances de ser campeón. El equipo de Gustavo Salinas peleó mano a mano con Lanús y Boca hasta la penúltima fecha. Finalmente, quedó en el cuarto lugar con 54 puntos.
La Sexta supo liderar el campeonato en el segundo semestre del año, aunque finalmente el Granate se consagró campeón. Este equipo registró marcas positivas en la temporada ya que fue la categoría que más puntos sumó entre las seis que conforman la estructura de juveniles, la que menos goles recibió y la que tuvo al máximo goleador del club: Luca Landriel. El Lomo salinas analizó los detalles de la competencia.
¿Qué balance que hicieron del año?
Fue un año sumamente positivo. Sobre todo por el crecimiento que han tenido los chicos durante el año. Se vio una evolución, tanto individual como colectiva de todos, incluso de los que no tuvieron la posibilidad de competir. Tuvieron todos un buen año.
¿Qué significó el hecho de haber tenido chances de pelear hasta el final?
En esto de la formación, obviamente que es un estímulo extra. Está bueno que los chicos vivencien estas situaciones de ir peleando el campeonato con Boca o Lanús, que son equipos que están más acostumbrados a esto. Ellos habían vivido una situación similar en Novena. Estuvo bueno, lo supieron llevar. En el proceso de formación, más allá de que el resultado es ‘consecuencia de’, está bueno que los chicos pasen por estas situaciones de exigencia, de competir, de verse en esas posiciones expectantes, de jugar con esa carga emocional que significa estar puntero en el campeonato. En el fondo sirve y mucho para el crecimiento de los chicos.
¿Qué creés que incorporaron los jugadores este año?
El saber manejar los partidos, saber controlar la ansiedad. De entender los momentos, momentos de juego corto, de juego largo, de manejar situaciones que los desbordaba. A principio de año nos hacían un gol y se bajoneaban. Tuvieron la capacidad para incorporar conceptos e ideas. A medida que fueron pasando los partidos, nosotros hablábamos cada vez menos y dábamos menos indicaciones. Agregaron ese espíritu competitivo.
¿Cuál fue la idea principal?
Lo que buscamos es darle las herramientas a los chicos para que puedan resolver en el campo de juego en función de las situaciones y los momentos de cada partido. Hay situaciones y rivales que te permiten salir jugando, hubo partidos donde hubo que luchar y jugar a la segunda pelota, porque la cancha y el rival no lo permitieron. Ahí fue cuando los chicos tuvieron la capacidad de resolver y entender esos momentos del partido. Nosotros lo que pregonamos siempre es, más allá del rival, tener nuestro protagonismo, nuestra idea de juego. No adaptamos nunca el sistema y el funcionamiento depende del rival. Cuando se puede imponer eso es todo mérito.
¿Qué significó para vos dirigir esta categoría?
Después de un tiempo volví a dirigir. Hacía cuatro años que no tenía la posibilidad de estar de vuelta con un grupo a cargo. Volví a disfrutar esa sensación de placer, felicidad, del deber cumplido y ver el crecimiento de los chicos. Fue una satisfacción que el mensaje que le mandábamos como cuerpo técnico a los chicos, lo percibieron y entendieron. Compartir la idea, y que ellos estén convencidos de lo que queríamos como cuerpo técnico y se vea trasladado en el campo de juego te deja tranquilo. Es cuando sentís orgullo, placer y decís 'estoy en el lugar donde quiero estar'.
- Puntos: 54
- Posición: 4°
- Partidos jugados: 27
- Goles a favor: 46
- Goles en contra: 21
- Máximo goleador: Luca Landriel (delantero) - 11 goles.
- Más presencias en la temporada: Luca Landriel - 27 partidos.
- El arco: Federico Montiel (22), Franco Mangudo (3) y Tiziano Van der Tuin (2).