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ADN • 7 febrero 2021

"Ilusionado por el regreso y con muchas ganas"

De cara a su segundo ciclo en el club, Manuel Castro repasa su carrera y renueva las esperanzas de cara al torneo que arranca la próxima semana.
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A 177 km de Montevideo, en el corazón de Uruguay, comenzó la historia de Manuel Castro. Nació un 27 de septiembre de 1995 en la ciudad de Durazno, que él define "Más que una ciudad, un pueblo". Allí, en la tranquilidad del interior charrúa recuerda que en su infancia "Siempre andaba con la pelota".

"Mi padre fue un apasionado del deporte y del fútbol. Cuando a los 5 o 6 años pude entrar en una categoría de Durazno, arranqué a jugar". Y no paró más. Pasó por los clubes Juvenil, Peñarol, Artigas y Wanderers, todos en Durazno. Y en éste último fue donde pasó una de sus etapas importantes en su formación, de los 10 a los 17 años. Luego vino el salto a un Wanderers más importante, en Montevideo.

Su llegada al club de la capital se produjo gracias a un amistoso entre la selección Sub 18 de Durazno ante la Sub 17 de Uruguay. "Fueron varios representantes a ver el partido porque tenían jugadores de la selección uruguaya. Hice un buen partido y le preguntaron por mí a mi padre. Cuando llegue a casa, mi padre me contó de ese interés y me puse muy contento. Después me siguieron viendo jugar en la selección de Durazno y de ahí me llevaron".

- ¿Siempre jugaste en el mismo puesto?

En la selección de Durazno jugaba un poco más de enganche, pero siempre me tiraba para la derecha donde me sentía un poco más cómodo.

- Llegar a Montevideo fue un gran cambio...

Sí, al fútbol lo vivía más como un juego. Entrenaba y jugaba, pero siempre con amigos, no lo veía como una profesión. En Montevideo aprendí a ser un futbolista profesional. Había mucha diferencia con lo que hacía en Durazno donde "se jugaba más a la pelota".

Estuve ahí de los 17 a los 22 años. Fue un proceso que me costó un poco porque soy muy familiero, tenía mis amigos, jugaba en el barrio, en el colegio y costó adaptarme a Montevideo que era una ciudad más grande. Ahí tenía a mis tíos que fueron fundamentales. Ellos siempre estuvieron.

- ¿Cómo fue el debut?

En San José, en el interior de Uruguay contra Sudamérica. Me tocó entrar los últimos 20 minutos y casi hago un gol. De ahí volví a Reserva donde hicimos un lindo proceso con las categorías ´95 y ´96. Salimos campeones y luego de ese plantel, ocho jugadores pasamos a Primera al año siguiente.

Antes de llegar a Estudiantes, Manuel ya tenía una conexión con el club. "De chico tenía fanatismo por Peñarol. Mi familia es toda de Peñarol y mis amigos también, y como los dos clubes tienen una amistad, conocía a Estudiantes. Había una camiseta negra y gris de Estudiantes que me gustaba mucho. Estaba en el colegio y yo andaba con esa camiseta siempre. Le pedí esa camiseta a mi madre, que me la pudo comprar. Hoy no sé dónde está".

- ¿Cómo se da tu llegada a Estudiantes?

Fueron días con muchos nervios. Había terminado el campeonato uruguayo el 2 de diciembre (de 2018) y mi llegada se terminó de resolver el 30. Había un contacto y una negociación y le dije a mi representante que me avise cuando haya algo concreto. También había otra opción pero decidí venir a Estudiantes porque creí que era lo mejor. Para ser mi primera salida del país, quería venir para Argentina y estar cerca de Uruguay. Además el fútbol argentino me gusta, es muy intenso. Fue la mejor decisión.

- ¿Qué sabías del club?

Cuando supe de la posibilidad de venir, todo ese mes de diciembre miré los partidos que jugaba Estudiantes. Sabía los nombres importantes del club, estaba Lugüercio, Pavone, Andújar, la Gata, todos jugadores que los había visto de chicos y los iba a tener de compañeros. Estaba esperando el momento que me llamen para jugar con ellos.

La llegada a La Plata fue fácil para Manu y su pareja, que lo siguió en la aventura de dejar su país por primera vez. "La Plata es una ciudad que me gustó mucho, muy parecida a Montevideo. Nos adaptamos muy bien. Manejarse con las calles numeradas es fácil. Eso sí, alguna vez me perdí. Siempre me decían que no agarre diagonales y lo primero que hice fue meterme en una".

Ya en el club, Manuel pasó una temporada con muchos matices. "Fue un año positivo. Me tocó jugar, que es lo importante", destaca. Una de sus marcas que quedará en el recuerdo de los hinchas es el gol a Talleres, en el triunfo por 1 a 0 que marcó la despedida de Estudiantes del Estadio Único.

- Hiciste el gol, ganamos y después llegó la caminata a UNO.

Fue una locura ir con la gente. Se vivió con mucha intensidad ese momento. Había abuelos que estaban muy emocionados por toda la historia. Cuando veía a la gente mayor, caía en que UNO era un lugar muy importante para la gente de Estudiantes. Para la generación que siempre había estado en ese lugar, fue muy emocionante.

- ¿Y los clásicos?

Mi primer clásico fue en el Único. No me imaginaba lo que se generaba en La Plata. Ese día abrí la ventana y ya vi la gente de Estudiantes esperando el partido y me sorprendió. Después ver a los hinchas que nos acompañaron saliendo del Country y en las calles. Fue muy lindo vivir esos momentos.

Y el último clásico en la cancha de Gimnasia, jugarlo y ganar fue muy lindo por todo lo que se generó, estaba Maradona…fue una alegría enorme haber ganado en la cancha de ellos.

Después de una temporada en Estudiantes, Manuel hizo las valijas y se fue al Atlanta United, de la MLS de Estados Unidos. "Estaba feliz acá, pero veía con buenos ojos esa posibilidad. Las cosas después no se dieron. Atlanta fue una experiencia muy linda. Hubo cosas negativas y positivas, pero hay que quedarse con las cosas buenas".

Hace unas semanas, La Plata volvió a recibir a Manu. Se viene una segunda etapa en el club: "Ilusionado con el regreso y con muchas ganas", afirma el uruguayo.

- ¿Cómo encontraste el club?

No cambió mucho. Me encontré con varios de los chicos con los que ya estuve. Se extraña gente que ya no están más jugando. Se extrañan en el vestuario tipos como Jona (Schunke) o la Gata, a los que les tengo mucho cariño. La mayoría estaba cuando me fui y los nuevos me recibieron como si ya nos conociéramos. Hay un ambiente muy lindo.

- ¿Estás ansioso por jugar?

Si me toca jugar, lo haré, y si me toca esperar, apoyaré desde afuera. Así tiene que ser porque cuando le toca jugar a uno, el compañero lo tiene que apoyar.

- ¿Cómo vienen trabajando en la pretemporada con el nuevo cuerpo técnico?

Nos estamos adaptando a la forma de jugar, recibiendo sus conceptos y poniendo en práctica todo en los amistosos. Estamos ilusionados en hacer un buen torneo. Hay material para mejorar y estar más arriba, es a lo que apuntamos en este torneo.

En el futuro inmediato de Manu, además del fútbol, está la familia que se agrandará en unos meses. Con su pareja están esperando un bebé, todavía no saben si nene o nena.

- ¿Qué camiseta les vas a poner?

Le tomé mucho cariño a Montevideo Wanderers que fue un club que me ayudó muchísimo, no solo en lo deportivo sino en lo personal también. Seguro va a tener la de Wanderers y la de Estudiantes.

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